Me gustaría hacer una reflexión sobre esta triste noticia que he encontrado en el muro de la Fundación Oso Pardo
Escribo desde el corazón, sin ánimo de indignar.
Comparto esta publicación para que se divulgue este tremendo despropósito, sobre el uso de la bilis de oso para la industria farmacéutica (Granjas de osos)
Triste, pero alzando mi voz, pues siento que hay cosas que elijo no callar. ”La cruel industria de la bilis de oso prospera ante la amenaza de Covid-19
Como dice el texto:
“Aunque según la organización el coronavirus es una “pandemia como ninguna otra”, recuerda que las enfermedades zoonóticas -las que pueden transmitirse de animales a personas- causan “más de dos millones de muertes humanas al año”.
El riesgo para la salud pública que supone criar especies silvestres se basa en dos factores críticos que favorecen la aparición de zoonosis: “el manejo de animales en estrecha cercanía y su mantenimiento en malas condiciones”.”
Muchas veces, he hablado sobre la Medicina occidental (que sabemos que anda en manos de intereses económicos varios) sobre todo entre compañeros veterinarios o personal sanitario que trabaja en humana.
Siempre sale el tema (seamos más tendentes a la Medicina clásica, a la Medicina Natural, Homeopatía, a la Integración o a cualquier otra disciplina), de cómo se ha dio perdiendo la visión de conjunto en la práctica médica.
A mí, personalmente, me enseñaron a tener en cuenta los factores ambientales y de conjunto en la facultad, aunque (luego) durante mi aprendizaje y mi formación continuada, se me fue dirigiendo estratégicamente hacia la industria farmacéutica que gobierna a los modelos de Medicina “oficial”, que no observa al individuo como un todo, ni al conjunto de individuos como un sistema que se retroalimenta constantemente de lo que tiene a su alrededor porque interactúa con ello.
Comentamos cómo se establecen como protocolos oficiales muchas directrices que dan dinero a los que dictan qué es lo que hay que usar o no según sus propios intereses económicos , mientras los demás las usamos como dogmas sin hacer una reflexión de si son o no óptimas y cuáles han sido realmente nuestras experiencias con ese tipo de sustancias.
Tendemos, muchos de nosotros, a creer -inocentemente- que otras formas de Medicina, como la asiática por ejemplo, son excelentes modelos de honestidad y visión global.
Y nos equivocamos, pues no somos conscientes de que los que están detrás de esa práctica médica y los remedios (supuestamente) naturales que consume, también son seres humanos, como los occidentales, con sus luces y sus sombras, con nuestra misma tendencia al egoísmo y al sometimiento de los demás reinos de la naturaleza en pos de nuestros intereses personales y económicos.
Hay ciertos remedios y compuestos en la Medicina China que también incumplen las normas básicas y tienen unos oscuros propósitos (hay un basto negocio, por ejemplo, con los huesos de león blanco y la caza enlatada: http://evavinculoanimal.blogspot.com/search?q=Caza+enlatada)
Comentaba un día una querida amiga y compañera veterinaria que practica la MTC - Medicina Tradicional China, que ella desconocía esto y que iba a empezar a divulgarlo entre los compañeros de grupos pertenecientes a este ramo médico.
Aquí no hay buenos ni malos, no hay nada mejor que nada. Cada uno usamos aquello que sentimos es lo mejor para curar a nuestros pacientes y para tratarnos nosotros mismos o a nuestros familiares.
Para mí esto se reduce a aplicar cualquier estrategia terapéutica que consideremos, siempre que se haga desde la conciencia, el respeto y amor a los demás (aunque no sean humanos).
Se están investigando muchos tratamientos para el Covid-19 que se usan en modelos médicos no convencionales y se están observando evoluciones positivas (Como el uso de la vitamina C intravenosa, por ejemplo). Algo que en mi experiencia personal y como veterinaria, he podido constatar, junto a otros compañeros que también la han experimentado.
Es momento de sumar y no dividir. De unirnos y aportar aquello que haya ofrecido resultados en otros casos, cuánto menos lesivo y más suave mejor. Investigando para impulsar el Sistema Inmune y que se minimicen sus efectos perjudiciales en aquellos que ya están experimentando la enfermedad y, tristemente, sufriendo.
Pero siempre que se haga debe ser respetando el equilibrio natural.
Ojalá, este momento tan crítico que vive la humanidad, sirva para que tomemos conciencia de que el fin no justifica los medios.
Gracias a la hermana Madre Naturaleza por su sostén, por transmitirnos su amor y conciencia pese a nuestra inconsciencia y falta de cuidado. Gracias, hermanos osos.
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