Gracias, hermanos animales, por vuestro sostén y vuestras enseñanzas.
Leía este texto en “Hormones matter”, una página de Salud y Bienestar que sigo para aprender a gestionar mi sistema inmune y la inflamación crónica de la que me estoy recuperando, y he sentido una profunda conexión con el mensaje que (una vez más) el Reino animal nos grita con su sintomatología.
Los azúcares en la dieta son un problema global que, de nuevo, reflejan los animales en cautividad como espejo.
Este artículo cuenta que en un zoo de Melbourne, los cuidadores están haciendo que las dietas en pandas rojos y primates no dependan de las frutas sustituyéndolas por vegetales de hoja verde (y suplementos vitamínicos, como en el caso de los pandas), porque su elevado contenido en azúcares (debido a las modificaciones genéticas) les provoca obesidad y les destroza los dientes.
Los animales en cautividad, al no poder desplazarse o vivir en lugares abiertos para buscar su comida, deben de ser alimentados con raciones preparadas atendiendo a sus necesidades fisiológicas.
Esto, que parece sencillo atendiendo a valores cuantitativos y relaciones proporcionales, no es así y los causantes principales somos los humanos, que también padecemos las consecuencias y ni siquiera somos conscientes en la mayoría de las ocasiones.
La gestión del Planeta por parte del humano, está mostrándose cada vez más como insostenible.
Andamos perdidos. Cultivamos nuestros alimentos con pesticidas, modificamos genéticamente los mismos para obtener mayor productividad. Variamos su contenido en nutrientes provocando graves desequilibrios.
Incluso alimentamos a otros animales que comemos y a los carnívoros que conviven con nosotros, con estos productos contaminados.
En una cadena absurda y comercial de productividad insalubre.
Una vez más, recordándonos nuestra animalidad y nuestra parte más biológica y ligada a la tierra, nos muestran enfermándose, lo enfermos que están nuestros sistemas de creencias y nuestras maneras de gestionar la vida.
La cautividad no sólo la reflejan viviendo entre rejas, si no que nos hacen adentrarnos en lo más profundo de nuestras acciones mostrándonos lo cautivos que estamos de un Sistema que es dirigido por el dinero y la productividad, dejando a un lado la empatía y el respeto por la vida y el equilibrio.
Escuchar estos mensajes y hacer pequeños cambios en nuestras propias dietas y en las de los animales que comparten sus vidas con nosotros, es un paso excelente para experimentar físicamente la mejoría y adquirir consciencia biológica y comprensión.
Estamos todos en este cambio de sistemas de creencias globales, de paradigmas, de estructuras impuestas por el consumismo y la separación de la Naturaleza.
Así que, con consciencia y ayudados por todos los Reinos que conviven en la Tierra con nosotros y que nos hablan de equilibrio cuantitativo y cualitativo, material, energético y emocional, avancemos siendo el cambio que elegimos ver a nuestro alrededor
(*Si quieres aprender más sobre los azúcares que te perjudican entra en sinAzucar.org)
Artículo
Leía este texto en “Hormones matter”, una página de Salud y Bienestar que sigo para aprender a gestionar mi sistema inmune y la inflamación crónica de la que me estoy recuperando, y he sentido una profunda conexión con el mensaje que (una vez más) el Reino animal nos grita con su sintomatología.
Los azúcares en la dieta son un problema global que, de nuevo, reflejan los animales en cautividad como espejo.
Este artículo cuenta que en un zoo de Melbourne, los cuidadores están haciendo que las dietas en pandas rojos y primates no dependan de las frutas sustituyéndolas por vegetales de hoja verde (y suplementos vitamínicos, como en el caso de los pandas), porque su elevado contenido en azúcares (debido a las modificaciones genéticas) les provoca obesidad y les destroza los dientes.
Los animales en cautividad, al no poder desplazarse o vivir en lugares abiertos para buscar su comida, deben de ser alimentados con raciones preparadas atendiendo a sus necesidades fisiológicas.
Esto, que parece sencillo atendiendo a valores cuantitativos y relaciones proporcionales, no es así y los causantes principales somos los humanos, que también padecemos las consecuencias y ni siquiera somos conscientes en la mayoría de las ocasiones.
La gestión del Planeta por parte del humano, está mostrándose cada vez más como insostenible.
Andamos perdidos. Cultivamos nuestros alimentos con pesticidas, modificamos genéticamente los mismos para obtener mayor productividad. Variamos su contenido en nutrientes provocando graves desequilibrios.
Incluso alimentamos a otros animales que comemos y a los carnívoros que conviven con nosotros, con estos productos contaminados.
En una cadena absurda y comercial de productividad insalubre.
Una vez más, recordándonos nuestra animalidad y nuestra parte más biológica y ligada a la tierra, nos muestran enfermándose, lo enfermos que están nuestros sistemas de creencias y nuestras maneras de gestionar la vida.
La cautividad no sólo la reflejan viviendo entre rejas, si no que nos hacen adentrarnos en lo más profundo de nuestras acciones mostrándonos lo cautivos que estamos de un Sistema que es dirigido por el dinero y la productividad, dejando a un lado la empatía y el respeto por la vida y el equilibrio.
Escuchar estos mensajes y hacer pequeños cambios en nuestras propias dietas y en las de los animales que comparten sus vidas con nosotros, es un paso excelente para experimentar físicamente la mejoría y adquirir consciencia biológica y comprensión.
Estamos todos en este cambio de sistemas de creencias globales, de paradigmas, de estructuras impuestas por el consumismo y la separación de la Naturaleza.
Así que, con consciencia y ayudados por todos los Reinos que conviven en la Tierra con nosotros y que nos hablan de equilibrio cuantitativo y cualitativo, material, energético y emocional, avancemos siendo el cambio que elegimos ver a nuestro alrededor
(*Si quieres aprender más sobre los azúcares que te perjudican entra en sinAzucar.org)
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