Como explico en este blog, antes de sufrir el colpaso y enfermar hasta casi morirme, era una persona llena de creencias cientificistas que me hacían mirar las cosas desde un orgullo inconsciente con el que creía que lo que yo tenía por verdad, era la hipótesis válida.
Ahora, sé que el orgullo es uno de los estados de conciencia que más perseveran en el ser humano, pese a nuestros trabajos interiores. Es el “pecado” mayor (en el lenguaje cristiano) y sé que debo estar atenta a él.
Y que la conciencia es algo que se va ampliando y te va dando la posibilidad de amplificar el enfoque y la mirada que tienes hacia las cosas, tomar los puntos de vista diversos que te lleguen desde distintos lugares, integrarlos, reflexionar. Así, al analizar cada uno de ellos y sumarlos a tus conocimientos (usando la diferencia con el otro como un aporte de variables a tu propia ecuación) crecer y aumentar esa conexión interna que se conecta a una fuente mayor que no depende de tu pequeña individualidad.
En aquel tiempo no recordaba estar unida a la conciencia.
Sentía una bonita y amorosa unión con todo y todos, quizás por el hecho de ser pas y tener más desarrollada la ínsula, pero no la sentía en profundidad, ni con la consciencia y la claridad con la que la siento ahora. Como una certeza de corazón.
He tenido que atravesar mucho de mi camino a golpe de razón. Entendiendo cada suceso. Desglosándolo y descomponiéndolo. Analizándolo desde el enramado de mi pensamiento arborescente donde todo está interconectado a todo.
Llegar a sentirme en coherencia, en el corazón, con una mente tan dada a realizar un sinfín de ecuaciones y lecturas desde distintos ángulos, no ha sido sencillo.
La Naturaleza y los animales siempre han estado ahí, mostrándome el camino, pero para escucharles hube de vivir momentos "claca" poderosos que me abrieran la conciencia para observar la "realidad" desde un paradigma diferente. Desde la inteligencia intuitiva del corazón.
Esta entrevista de Eduard Punset al físico cuántico Vlatko Vedral, fue uno de esos acontecimientos que me abrieron la consciencia para comenzar a entender el universo de un modo diferente.
Lo recomiendo, La incertidumbre del universo cuántico mientras sigo despertando y andando el camino hacia mi propio autoconocimiento, por si te lleva a ti al tuyo.
Ahora, sé que el orgullo es uno de los estados de conciencia que más perseveran en el ser humano, pese a nuestros trabajos interiores. Es el “pecado” mayor (en el lenguaje cristiano) y sé que debo estar atenta a él.
Y que la conciencia es algo que se va ampliando y te va dando la posibilidad de amplificar el enfoque y la mirada que tienes hacia las cosas, tomar los puntos de vista diversos que te lleguen desde distintos lugares, integrarlos, reflexionar. Así, al analizar cada uno de ellos y sumarlos a tus conocimientos (usando la diferencia con el otro como un aporte de variables a tu propia ecuación) crecer y aumentar esa conexión interna que se conecta a una fuente mayor que no depende de tu pequeña individualidad.
En aquel tiempo no recordaba estar unida a la conciencia.
Sentía una bonita y amorosa unión con todo y todos, quizás por el hecho de ser pas y tener más desarrollada la ínsula, pero no la sentía en profundidad, ni con la consciencia y la claridad con la que la siento ahora. Como una certeza de corazón.
He tenido que atravesar mucho de mi camino a golpe de razón. Entendiendo cada suceso. Desglosándolo y descomponiéndolo. Analizándolo desde el enramado de mi pensamiento arborescente donde todo está interconectado a todo.
Llegar a sentirme en coherencia, en el corazón, con una mente tan dada a realizar un sinfín de ecuaciones y lecturas desde distintos ángulos, no ha sido sencillo.
La Naturaleza y los animales siempre han estado ahí, mostrándome el camino, pero para escucharles hube de vivir momentos "claca" poderosos que me abrieran la conciencia para observar la "realidad" desde un paradigma diferente. Desde la inteligencia intuitiva del corazón.
Esta entrevista de Eduard Punset al físico cuántico Vlatko Vedral, fue uno de esos acontecimientos que me abrieron la consciencia para comenzar a entender el universo de un modo diferente.
Lo recomiendo, La incertidumbre del universo cuántico mientras sigo despertando y andando el camino hacia mi propio autoconocimiento, por si te lleva a ti al tuyo.
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