Tras muchos años pasando consulta, si los animales y sus humanos me han mostrado algo siempre, como una constante, es la hermosa unión emocional que hay entre ellos.
El animal llega a tu consulta, muchas veces mostrando sólo que está "raro", "distinto"..
Con síntomas inespecíficos, que pueden pasar por un leve descanso en alimentarse porque está empachado a una patología muy grave, que empiece a "asomar" como síntoma orgánico.
Ante estos ambiguos casos exploras, revisas al microscopio, examinas la sangre y/o otros fluidos, haces una radiografía.. Haces pruebas para encontrar el orígen.
Hay veces que puedes observar directa y rápidamente qué está ocurriendo, pero muchas otras los resultados dejan el caso en un montón de posibles diagnósticos diferentes.
¿Qué hacer ahí?
Ahí sólo puedes repasar lo que ha ido ocurriendo en el núcleo familiar mientras aparecía el síntoma, si ha habido cambios en él, en la dieta, en el paseo...
Mi experiencia en ese sentido ha sido en su inmensa mayoría muy útil a la hora de dirigir el diagnóstico y, además, muy gratificante y enriquecedora.
Nadie como el humano del tu paciente para contarte detalles sutiles, esas pequeñas variaciones en su día a día que ellos conocen porque les mantiene unidos un vínculo emocional. Es algo que puedes sentir entre ellos, porque es amor pero también es una emoción muy biológica y muy orgánica.
El humano se responsabiliza de cubrir las necesidades básicas de su compañero mientras él se vuelca en ser amor incondicional con su cuidador.
En todos estos años de horas y horas de conversaciones con los humanos de mis pacientes (y con los animales, sin saberlo, que es algo que todos podemos hacer y hacemos aunque no seamos conscientes) he podido observar cómo nuestros procesos vitales, nuestros ritmos frenéticos, nuestros estados mentales y emocionales, aparecen en nuestros animales como en un espejo emocional y conductual, pero también biológico.
También ocurrió con los míos, pero no pude verlo hasta que no perdí toda mi fuerza y enfermé. Fue a través de su espejo que empecé a "verme" y a sanarme.
Los Sonidos de la Naturaleza y las Flores de Bach, como apoyo del sistema, junto a la Comunicación Animal , ofrecen una oportunidad estupenda para trabajar los núcleos familiares en conjunto y aliviar cargas y estrés en el mismo, ya que en familia todos tomamos un pedacito del otro mientras nos acompañamos en nuestra experiencia de vida.
Sólo con el hecho de hacernos conscientes de los patrones emocionales que sostenemos y que están ocultos en nuestro incosnciente (más del 90% de la realidad), podemos liberar de muchos síntomas a nuestros compañeros y, más aún, liberarnos nosotros de estados emocionales en negación y aprender a relacionarnos de un modo armónico con nuestro entorno, sorteando los obstáculos desde la coherencia y creciendo en consciencia. El autoconocimiento es la clave para entender al universo .
Este artículo de Mercé Giménez, de Vida Natural Animal, habla de los campos mórficos y la teoría de Rupert Sheldrake (que siento veraz, coherente, porque explica lo que me muestran los animales durante el intercambio de información que se produce en la comunicación)
Es una pieza básica para entender el espejo animal, que es la base de mis consultas.
https://www.vidanaturalanimal.com/el-nucleo-familiar-por-que-enferman-nuestros-animales-la-importancia-de-tratar-tambien-a-los-humanos-que-conviven-con-el-animal/
Fotografía generosidad de Bárbara López Martí, Reflexions
El animal llega a tu consulta, muchas veces mostrando sólo que está "raro", "distinto"..
Con síntomas inespecíficos, que pueden pasar por un leve descanso en alimentarse porque está empachado a una patología muy grave, que empiece a "asomar" como síntoma orgánico.
Ante estos ambiguos casos exploras, revisas al microscopio, examinas la sangre y/o otros fluidos, haces una radiografía.. Haces pruebas para encontrar el orígen.
Hay veces que puedes observar directa y rápidamente qué está ocurriendo, pero muchas otras los resultados dejan el caso en un montón de posibles diagnósticos diferentes.
¿Qué hacer ahí?
Ahí sólo puedes repasar lo que ha ido ocurriendo en el núcleo familiar mientras aparecía el síntoma, si ha habido cambios en él, en la dieta, en el paseo...
Mi experiencia en ese sentido ha sido en su inmensa mayoría muy útil a la hora de dirigir el diagnóstico y, además, muy gratificante y enriquecedora.
Nadie como el humano del tu paciente para contarte detalles sutiles, esas pequeñas variaciones en su día a día que ellos conocen porque les mantiene unidos un vínculo emocional. Es algo que puedes sentir entre ellos, porque es amor pero también es una emoción muy biológica y muy orgánica.
El humano se responsabiliza de cubrir las necesidades básicas de su compañero mientras él se vuelca en ser amor incondicional con su cuidador.
En todos estos años de horas y horas de conversaciones con los humanos de mis pacientes (y con los animales, sin saberlo, que es algo que todos podemos hacer y hacemos aunque no seamos conscientes) he podido observar cómo nuestros procesos vitales, nuestros ritmos frenéticos, nuestros estados mentales y emocionales, aparecen en nuestros animales como en un espejo emocional y conductual, pero también biológico.
También ocurrió con los míos, pero no pude verlo hasta que no perdí toda mi fuerza y enfermé. Fue a través de su espejo que empecé a "verme" y a sanarme.
Los Sonidos de la Naturaleza y las Flores de Bach, como apoyo del sistema, junto a la Comunicación Animal , ofrecen una oportunidad estupenda para trabajar los núcleos familiares en conjunto y aliviar cargas y estrés en el mismo, ya que en familia todos tomamos un pedacito del otro mientras nos acompañamos en nuestra experiencia de vida.
Sólo con el hecho de hacernos conscientes de los patrones emocionales que sostenemos y que están ocultos en nuestro incosnciente (más del 90% de la realidad), podemos liberar de muchos síntomas a nuestros compañeros y, más aún, liberarnos nosotros de estados emocionales en negación y aprender a relacionarnos de un modo armónico con nuestro entorno, sorteando los obstáculos desde la coherencia y creciendo en consciencia. El autoconocimiento es la clave para entender al universo .
Este artículo de Mercé Giménez, de Vida Natural Animal, habla de los campos mórficos y la teoría de Rupert Sheldrake (que siento veraz, coherente, porque explica lo que me muestran los animales durante el intercambio de información que se produce en la comunicación)
Es una pieza básica para entender el espejo animal, que es la base de mis consultas.
https://www.vidanaturalanimal.com/el-nucleo-familiar-por-que-enferman-nuestros-animales-la-importancia-de-tratar-tambien-a-los-humanos-que-conviven-con-el-animal/
Fotografía generosidad de Bárbara López Martí, Reflexions
Fascinante comunicación de la maestría de las emociones en el núcleo familiar ♾ 🐾❤️🌟😻
ResponderEliminarTe agradezco con todo mi corazón todo lo que compartes y me ayudas. Infinitamente gracias por tu corazón y sabiduria.
ResponderEliminarAl servicio con tanto cariño y entrega... Sabiduría y experiencia... aportando recursos y facilitando procesos... Gran amante del mundo animal...
ResponderEliminarPor siempre agradecida, Eva...